20 capitulo

Hola a todaaas,manana twitcam de lali! :D Ahora voy a la piscina,cuando vuelvo subo el ultimo capitulo!!

+10 FIRMAS Y FINAL

 

La mano de Lali tembló mientras tapaba el pequeño frasco que sostenía.

Después lo envolvió cuidadosamente.

Ya tenía el billete reservado y no pensaba ceder a los nervios y las dudas que la estaban haciendo temblar tanto.

Pero, ¿y sí al llegar a Francia Peter le recordaba que sólo habían pasado tres semanas desde la última vez que se habían visto y se negaba a verla? ¿Y si insistía en que mantuvieran su acuerdo de no verse en tres meses? ¿Y si había cambiado de opinión y ya no la quería?

Apartó de su mente aquellos inquietantes pensamientos. Su vuelo estaba reservado y tenía la maleta hecha. Lo único que le faltaba era guardar aquel pequeño frasquito de esperanza, amor y compromiso en su bolsa.

Estaba en la sala de espera del aeropuerto cuando sonó su móvil. La sorprendió escuchar a Cande al otro lado de la línea.

-¿Dónde estás, Lali?

-En el aeropuerto. Y acaban de llamar a los pasajeros de mi vuelo -Lali se levantó y fue a ponerse en la cola.

-Quédate donde estás -dijo Cande-. ¡Y si no estás sentada, siéntate! -añadió dramáticamente-. Tienes una visita, Lali.

-¿Una visita? -repitió ella, sin atreverse a alimentar sus esperanzas. Con la boca repentinamente seca, añadió-: ¿Es... es Peter , Cande?

-Será mejor que vengas a casa -contestó Cande-. ¡Y será mejor que vengas rápido, o puede que sienta la tentación de irme yo con él!

Fue el trayecto más largo que había hecho Lali en su vida. Cande no había dicho específicamente que el visitante fuera Peter, pero esperaba que fuera así. Y que la esperara. Y que la escuchara. Y que aún la deseara...

Y sobre todo, ¡que fuera él!

Ya había oscurecido cuando llegó a su casa, y al principio no se fijó en el Mercedes que había aparcado a un lado del sendero.

Aún lo estaba mirando cuando se abrió la puerta de la casa y Peter salió por ella. Por un momento, Lali se quedó desconcertada, hasta que recordó que Cande tenía una copia de la llave.

-Pe...

Apenas pudo terminar de pronunciar su nombre antes de que él la tomara entre sus brazos y la besara hasta dejarla sin aliento.

-Eres tú... estás aquí -susurró temblorosa, sin ocultar su alegría-. Cande no me lo ha dicho, pero esperaba que... mmm... -protestó cuando él empezó a besarla de nuevo.

-Deja que te mire -dijo él en cuanto entraron en la casa-. Has perdido peso -añadió en tono acusador tras apartarse apenas unos centímetros para mirarla.

-Un poco -admitió Lali, aún sin aliento. La sensación del cuerpo de Peter pegado al suyo había hecho que se le desbocara el corazón. Sin pensar en lo que hacía, le acarició el pecho y luego bajó la mano hacia su cintura, incapaz de esperar para sentir la erección que ya veía presionando sus vaqueros.

-Lali... -protestó él, pero ella sólo podía pensar en satisfacer la necesidad que había sentido en cuanto lo había visto caminando hacia ella.

Sintió que se estremecía cuando lo tocó y su reacción le dio el valor para mirarlo a los ojos mientras él apoyaba su mano en la de ella.

-Lo que estás haciendo ahora mismo podría hacerme perder el control en cualquier momento -dijo a la vez que acercaba sus labios a los de ella-. Así que, si eso es lo que quieres...

Apartó la mano con determinación, pero Lali mantuvo la suya donde estaba con la misma determinación.

Peter había dejado de besarla y se limitaba a mirarla con sus preciosos ojos verdes. Ella empezó a temblar y deslizó nerviosamente la lengua por sus labios a la vez que bajaba la mirada hacia su bragueta.

Un sonido, mezcla de gemido y rugido, le advirtió que acababa de pasarse de la raya, pero antes de que pudiera hacer nada al respecto la había tomado en brazos.

-¿Dónde está el dormitorio? -preguntó él-. Y más vale que me lo digas enseguida, o de lo contrario tendremos que usar la mesa de la cocina, que se ve desde aquí.

Mientras Lali señalaba hacia las escaleras con la cabeza, Peter reconoció que ya le daba igual Francine, el perfume Myrrh y todo lo demás... En aquellos momentos lo único que le importaba era la mujer que sostenía entre sus brazos. Y tenía intención de dejárselo bien claro. Ya no iba a haber más malos entendidos, más desconfianzas. A partir de aquel momento pensaba dedicarse a decirle a Lali cuánto la amaba durante el resto de sus vidas.

¿Cómo podía haberse atrevido a correr el riesgo de perderla?

-No puedes llevarme en brazos hasta arriba -protestó Lali, aunque no apartó los brazos de su cuello.

-En ese caso, tendrá que ser en la mesa de la cocina. ¡No pienso soltarte ahora! ¡Ni ahora ni nunca, Lali!

Cuando la dejó sobre la larga mesa de pino, ella logró conservar la suficiente cordura como para decir:

-Respecto a Francine...

-Nada de Francine. Ahora mismo el único perfume que me interesa es el tuyo -dijo él antes de enterrar el rostro en el cuello de Lali y empezar besarla a la vez que le desabrochaba la blusa.

Cuando introdujo la mano debajo y apartó el sujetador para liberar sus pechos, Lali se estremeció de deseo.

-¿Te gusta esto? -preguntó él mientras le acariciaba un pezón con el pulgar.

-¿Gustarme?

Lali se preguntó aturdida si él podría traducir el sonido de placer que escapó de su garganta, pero enseguida comprobó que así era, pues Peter emitió un gruñido de evidente satisfacción cuando se inclinó a tomar el pezón en su boca.

-¿Y esto? ¿Te gusta esto, Lali?

Mientras se arqueaba hacia él, Lali le desabrochó frenéticamente la camisa y luego lo aferró por los hombros a la vez que murmuraba incoherencias. Pero él no necesitaba oír sus palabras. Le bastaba con sentir la reacción que estaba despertando en ella.

En el instante en que situó su mano entre las piernas de Lali, ella las separó, pues ya estaba anticipando en su cabeza lo que estaba por llegar.

El le quitó rápidamente los vaqueros y luego las braguitas.

Cuando Lali sintió su aliento en el delicado triángulo de vello púbico, la sensación de anticipación que se apoderó de ella fue casi dolorosa.

-¿Quieres esto? -murmuró él, y ella lo invitó con sus movimientos a separar los inflamados y húmedos labios de su sexo y a saborear el dulce jugo de su amor.

El delicado roce de su lengua contra el centro de su placer la enloqueció. Se movió convulsivamente mientras el placer iba a aumentando hasta un punto que fue incapaz de controlar.

Cuando comenzó el primer espasmo de su orgasmo, Peter alzó la cabeza y la miró a los ojos para que se expusiera total y completamente a él.

Cuando los temblores comenzaron a remitir, Lali recordó que quería decirle algo. Algo importante.

-Peter, la fórmula Myrrh...

-Ahora no - negó con la cabeza y se tumbó junto a ella para besarla-. Antes quiero decirte algo-. Te quiero y te necesito, y si para tenerte en mi vida tengo que renunciar a todo lo demás, eso pienso hacer.

-¡ Oh, Peter !

La mirada que dedicó a Lali antes de besarla hizo que los ojos de ésta se llenaran de lágrimas emocionadas.

Cuando se apartó notó que los pezones de Lali habían aflorado de nuevo y acarició uno de ellos con su lengua.

Ella dejó escapar un gritito de placer.

¿Otra vez? ¿Tan... pronto?, se preguntó a la vez que alargaba las manos hacia él.

Sentirlo en su interior la colmó de un placer que iba más allá de lo físico. El mero hecho de estar unida físicamente a él era la experiencia emocional más intensa que había experimentado en su vida.

-Más, Peter... más... así, así..: -gimió mientras lo impulsaba a penetrarla con más y más fuerza.

-¡Lali! -exclamó él en tono de advertencia al ver que no iba a poder controlarse, pero ella ya estaba lista para recibirlo en su interior, que palpitó y se contrajo en torno a él.

Ya estaba casi dormida cuando la hizo levantarse para subir al dormitorio.

 

Ohhh,ahora sì, que lindos!!!! SI QUIEREN EL ULTIMO CAPITULO FIRMEN MUCHO!!!

+10 FIRMAS Y FINAL J