11 capitulo

Hola chicaaaaaaaaaas!!Hoy en mi ciudad es fiesta asique arranco desde tempranito a subir capitulos,asì tienen mas tiempo para firmar y yo subo mas capitulos jajaja

MUCHAS GRACIAS POR LAS FIRMAS!!!HOY MARATON!!!

 

+8 FIRMAS Y MAS

 

 

Sus palabras quedaron como suspendidas en el reducido espacio interior del coche.

¿A ella? ¿La deseaba a ella?

Lali tuvo que tragar saliva para poder habla.

-¿Me deseas? Pero...

-¡Sí, te deseo! -confirmó con voz ronca-. Deseo cada delicioso y embriagador centímetro cuadrado de tu cuerpo.

Lali sintió que la cabeza comenzaba a darle vueltas. ¿Qué pensaría si le dijera que a ella le sucedía lo mismo? ¿Qué haría?

-¿Sabes el suplicio que va a suponer pasar aquí la noche contigo... a solas? -al ver que Lali no decía nada, añadió-: ¿No te reveló nada lo que pasó anoche? ¿No te sirvió de advertencia? ¡Apenas pude mantener las manos quietas!

Lali ya había tenido suficiente.

-¿Y habría sido algo tan terrible que no las hubieras mantenido quietas? -preguntó valientemente.

Él la miró con dureza.

-Voy a hacer como que no he oído lo que acabas de decir.

-¿Por qué? -lo retó Lali con suavidad.

-¿Por qué? -repitió, incrédulo-. No puedo creer que me hagas esa pregunta. Soy un hombre, Lali y, por expresarlo claramente, si me acercara demasiado a ti sintiéndome como me siento, deseándote como te deseo... y si te tocara, ya no me conformaría con unos simples besos.

La mirada de hambriento deseo que dedicó a Lali hizo que ésta se estremeciera de pies a cabeza. Respiró profundamente. La vida le estaba ofreciendo una oportunidad y comprendió que quería aferrarla con ambas manos. En aquellos momentos no podía pensar en nada que deseara más que hacer el amor con Peter. Lo que estaba sintiendo la tenía tan desconcertada como excitada.

Pero no parecía excitado, sino enfadado y distante. ¿Cómo podía haberle hablado como lo había hecho? ¿Cómo podía haberle dicho lo que acababa de decirle? ¿Cómo podía hacerla sentirse así para luego mirarla con aquella frialdad?

-No mezclemos los temas -dijo él con aspereza-. No busco la mera gratificación sexual ni el sexo sin compromiso, y antes de que trates de decirme lo contrario, estoy seguro de que tú tampoco.

¡Sexo sin compromiso! Lali sintió un amargo sabor en la garganta y se puso pálida. Instintivamente, quiso ocultarle lo que sentía, pero no logró moverse para darle la espalda, como pretendía.

Cuando vio su reveladora expresión maldijo entre dientes y se pasó una mano por el pelo.

-Ya tenemos suficiente lío en nuestra vida en estos momentos -dijo con brusquedad-. Te deseo, Lali. No lo dudes -volvió a maldecir al ver que ella seguía mirándolo con expresión angustiada-. ¿No comprendes que estoy haciendo todo lo posible por protegerte, que pretendo comportarme decentemente? Sintiéndome como me siento... ¡pasar aquí la noche es lo último que necesito!

Lali se dijo que no habría sido una mujer si no hubiera sentido un intenso placer ante la admisión de Peter. Apartó rápidamente la mirada para evitar que pudiera leer en sus ojos lo que estaba pensando.

-Sintamos lo que sintamos, no tenemos otra alternativa que quedarnos -dijo con un encogimiento de hombros-. ¡Vamos a tener que pasar la noche aquí!

-Te prometo que estarás completamente a salvo -dijo él en tono áspero.

Mientras se volvía para encaminarse de vuelta hacia la casa, Lali reconoció que no estaba muy segura de querer estar «a salvo». De hecho, no lo estaba. No cuando la alternativa era pasar la noche entre los brazos de Peter, permitiendo que explorara su cuerpo de arriba abajo con sus manos y su boca...

Culpabilizada, aceleró el paso mientras sentía que su cuerpo se disolvía en una oleada de auténtico anhelo. Por algún motivo, ya sabía que Peter sería un amante maravilloso. ¡Y su cuerpo quería que fuera su amante!

Mientras veía cómo se alejaba, Peter apretó los dientes a causa de la frustración. Trató de no recordar las sensaciones que experimentó la noche anterior cuando la tuvo entre sus brazos y la besó. ¡Había dado su palabra de no tocarla y pensaba cumplirla!

Era un hombre de honor, y seducir a Lali no...

Seducirla. se apoyó contra el coche y cedió a la oleada de calor que recorrió su cuerpo y se centró entre sus piernas.

La desnudaría poco a poco mientras la acariciaba y la reconfortaba besándola en el cuello, tras las orejas, en los párpados y, finalmente, en la boca...

Cerró los ojos y trató de contener su excitación, pero era imposible. Lo único que lo consoló fue saber que Lali estaba lo suficientemente lejos como para notar cómo se había endurecido su cuerpo.

Pero ni siquiera saber lo que le estaban haciendo sus pensamientos fue suficiente para reprimirlos.

La besaría lenta y castamente... hasta que estuviera lista para una íntima exploración con su lengua. Y cuando ella lo hubiera aceptado en su interior, comenzaría a explorar su cuerpo, la delicada curva de sus hombros, de su cuello, de sus pechos...

Bajó la mirada hacia sus pantalones, que parecían a punto de estallar.

Lali ya había entrado en la casa y él sabía que debería seguirla, pero su deseo lo estaba devorando, y si se acercaba a ella en aquellos momentos no se fiaba de lo que pudiera hacer.

La mera idea de tomar el delicado peso de uno de sus pechos en la mano y de acariciar con delicadeza su pezón hasta hacerlo florecer lo estaba volviendo loco.

Gimió en alto y dejó caer una guillotina mental sobre sus pensamientos. Si seguía así no iba a poder volver caminando a la casa.

Pero no sólo deseaba a Lali, admitió, enfadado. ¡Además la amaba!

Y amarla significaba que quería protegerla. ¡Y no sólo de cualquier hombre que quisiera aprovecharse de ella, sino de sí mismo!

Estaba metido en aquello hasta tal punto que más le valía renunciar, reconoció. Pero no podía permitírselo. No hasta que la operación financiera que tenía entre manos quedara resuelta.

Afortunadamente, Lali había aceptado sus planes para Francine. Su junta directiva habría protestado si hubieran tenido que enfrentarse legalmente con ella para demostrar que la fórmula de Myrrh pertenecía a la casa, no a ella. Él necesitaba aquella fórmula porque quería cumplir la promesa que hizo en memoria de su abuela: que las mujeres del mundo podrían permitirse comprar el perfume que había sido inasequible para ella cuando era joven.

Después de lograr aquello se daría tiempo para cortejar a Lali, para amarla. Pero no hasta entonces. Por tanto, debía buscar algún medio de superar aquella noche.

Al menos no iban a morirse de hambre hasta que les llevaran el vehículo de sustitución. Gracias a Lali cerró los ojos y recordó el momento en que le había ofrecido la aceituna... Su erección volvió a manifestarse con toda su fuerza y soltó un improperio entre dientes. ¡Ya tenía treinta y cuatro años! ¡No era un adolescente con las hormonas alteradas!

Pero no estaba pensando sólo en el sexo. ¡Estaba pensando en Lali! ¡Estaba pensando en el amor!

 

Se estarà enamorando Peter? Y si se enamora el amor de lali serà mas fuerte que la promesa a la abuela? No se no se....

+8 FIRMAS Y MAS