12 capitulo parte 2

Acà està el capitulo firmen rapido asì subo mas capitulos y quizas manana la terminamos,son 22 capitulos asique...
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Privada del contacto de su boca, Lali empezó a besarlo y a lamerle el cuello. Cuando alcanzó su mandíbula deslizó una mano por su barbilla para sentir el estimulante roce de su barba incipiente.
La sensación de su sexo cuando lo tocara sería muy distinta... suave y deslizante, con la piel tensa en torno a su erección.
Todo su cuerpo comenzó a arder y temblar, y un gemido muy femenino escapó de su garganta mientras mordisqueaba la oreja de Peter.
¿De verdad necesitaba que se lo dijera?
¿No se daba cuenta de cómo lo deseaba? ¿No sentía lo que le estaba pasando?
Deslizó los dedos entre su pelo y lo atrajo de nuevo hacia sí.
-Sí, te deseo -murmuró roncamente-. Aquí, ahora...
El la interrumpió al tomar sus labios con la pasión de un hombre hambriento y ella sintió que la sangre ardía como lava en sus venas.
Las manos de Peter parecían estar en todas partes, en sus hombros, en sus brazos, en su trasero, en sus pechos, entre sus piernas, acariciándola con insistente dulzura, despertando cada célula de su cuerpo...
Nunca había experimentado nada parecido. Nunca lo había experimentado y nunca volvería a hacerlo, reconoció aturdida mientras las caricias de Peter la llevaban al borde del orgasmo.
Instintivamente, tomó su sexo en la mano y se quedó boquiabierta al notar que apenas podía abarcarlo. Estaba duro, caliente, y sintió la repentina necesidad de tomarlo en su boca para acariciarlo, pero sabía que no iba a poder esperar mucho más.
Como si hubiera expresado su necesidad en voz alta, él la tomó por las caderas y la alzó un poco para luego guiarla hacia sí.
Anhelante, Lali abrió las piernas y lo rodeó con ellas. Un gritito de placer escapó de su garganta al sentir cómo la penetraba y empezaba a moverse dentro de ella.
El agua que los rodeaba comenzó a moverse en pequeñas oleadas al compás de sus movimientos, pero Lali sólo era consciente del ritmo de sus cuerpos mientras se movían impulsados por una necesidad casi desesperada. Sintió cómo se tensaban sus muslos y su estómago cuando se inició su orgasmo y manifestó en voz alta sus ruegos y alabanzas a León.
Pudo ver su expresión mientras se movía aún con más fuerza y penetraba aún más profundamente en su anhelante carne. Esta se tensó voluptuosamente en torno a él, incrementando la intensidad de su placer.
-Sí... ¡sí! -gimió Lali-. Sí, así, así, Peter... mmm... sí...
Su voz quedó en suspenso cuando su cuerpo se tensó al máximo antes de estallar en una fiera sucesión de contracciones rítmicas.
Un instante después sintió cómo palpitaba el miembro de Peter mientras liberaba su deseo en el cálido interior de su cuerpo.
Lali estaba temblando tanto que supo que no habría sido capaz de mantenerse en pie. Sintió los labios de Peter contra la humedad de su rostro.
-¿Lágrimas? -susurró él-. Espero que sean lágrimas de placer.
-¿Necesitas preguntarlo? -dijo ella con voz ronca.
Peter la tomó por la cintura y la alzó hasta dejarla sentada en el borde de la piscina. Aún temblando, Lali lo miró mientras se, sentaba a su lado.
-Quédate aquí -dijo él con suavidad antes de levantarse para ir a recoger el albornoz.
Cuando volvió, la cubrió por los hombros y luego la tomó en brazos.
-Hora de ir a la cama -dijo a la vez que se encaminaba de vuelta al interior de la casa.
Pero éste es tu dormitorio -dijo Lali cuando Peter abrió la puerta y la llevó hasta la cama.
-¿Y dónde creías que ibas a pasar la noche? -preguntó él con suavidad-. A menos que prefieras dormir sola.
Lali lo miró valientemente a los ojos. No pensaba simular que lo que acababa de pasar entre ellos no había significado nada para ella, que había sido una mera indulgencia sexual.
-Quiero dormir contigo -susurró.
-Y yo contigo -replicó él, que tuvo que contenerse para no añadir «durante el resto de mi vida».
Apenas había podido creer lo que estaba pasando cuando Lali había ido a la piscina. Sólo recordarlo hizo que volviera a excitarse.
-Necesito una ducha -dijo Lali-. El agua de la piscina...
-Yo también -le dedicó una mirada cargada de sensualidad a la vez que la tomaba de la mano para que se pusiera en pie-. La ducha es grande de sobra para dos.
Lali se fijó en que aquello era cierto cuando entraron en el baño, y fue un placer sentir el agua cálida de la ducha cayendo sobre ella después de haber estado sumergida en la piscina.
-¿Quieres que te frote la espalda?
La mirada que le dedicó al preguntar aquello hizo que todo el cuerpo de Lali cosquilleara de excitación. Habría podido frotarse la espalda sola sin ningún problema, pero no tenía ninguna intención de decírselo.
Asintió y se volvió de espaldas a él.
Asintió y se volvió de espaldas a él.
Al sentir que empezaba a masajearla con el gel de ducha dejó escapar un suspiro de placer. La espuma resultante se deslizó por sus piernas hasta llegar a los azulejos del suelo. Las manos de Peter comenzaron a descender hasta más abajo de su cintura. Lali contuvo el aliento y cerró los ojos a la vez que su cuerpo comenzaba a temblar de expectación. Después de haber conocido el placer que podía darle, quería más.
Él deslizó una mano por delante de su cintura y la alzó hacia sus pechos.
Con un pequeño gemido, Lali se presionó de espaldas contra él.
-¿Qué sucede? -murmuró él junto a su oído-. ¿Quieres que pare?
Sus manos estaban haciendo cosas increíbles con los pechos de Lali, que estaba deseando que los tomara en su boca. Pero no parecía compartir su urgencia. En lugar de ello siguió acariciándola a la vez que la besaba en el cuello. Frustrada y cada vez más excitada, Lali separó las piernas y rogó mentalmente para que la acariciara donde lo estaba deseando.
-¿Qué sucede? -preguntó él-. ¿Qué quieres?
-Ya lo sabes -gimió Lali, desesperada por tomar su mano y colocarla donde quería, pero incapaz de hacerlo porque el seguía acariciándola.
-Dímelo. Dime lo que quieres que te haga, Lali -susurró él con voz ronca-. Enséñame cómo te gusta que te toque, cómo quieres que te haga el amor... ¿Es esto lo que quieres? -preguntó mientras deslizaba una mano por su cadera y su vientre antes de apoyarla contra su sexo...
Lali gimió mientras sentía la creciente impaciencia de su excitado cuerpo, demasiado agitada como para decirle lo que le estaba pasando. Pero él lo dedujo de algún modo, porque le hizo darse la vuelta y la miró a los ojos mientras comenzaba a acariciarla con los dedos hasta que un nuevo orgasmo la dejó de nuevo temblorosa entre sus brazos.


Acà està el capitulo...estan on fire esos dos,eh!Pero cuanto va a durar?
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