giovedì 26 luglio 2012

7 CAPITULO Adoracion Salvaje

Hola,acà empienza la maraton de hoy,pero antes quiero responder algunas preguntas que hicieron: No se con precision cuantos capitulos tiene la nove,despues veo mejor...La version de Peter la van a tener pero mas adelante y no lo odien jajaja

7 FIRMAS Y MAS


 

El súbito tumbo de su corazón fue tan parecido a la reacción que la avasallaba con la simple mención del nombre de Peter, cuando tenía diecisiete años, que su rostro perdió por completo el color. ¿Qué estaba sucediendo con ella? Ya no era una adolescente impresionable. Nada sentía por Peter Lanzani, excepto antipatía.

—¿Quién más asistirá a la reunión? —preguntó a su padre, para distraer sus pensamientos.

—Pues. . . John Howard, del banco. Traerá con él a un cliente que acaba de mudarse a esta región. También creo haber persuadido a Lady Anthony de que nos acompañe. En la actualidad sufre de artritis y ya no participa en las actividades locales tanto como solía hacerlo, pero creo que este proyecto le interesará. Siempre ha tenido un gran afecto por Peter.

—Sí, sobre todo desde que él le regaló aquellos chocolates que ganó en la fiesta de verano.

El señor Esposito dirigió una sonrisa indulgente a su hija.

—Sí, a pesar de que lo estuviste fastidiando para que te los diera.

—Y él dijo que me harían daño.

Eso sucedió el verano en que ella tenía once años y Peter diecinueve, y estaba en la escuela de medicina. Lali lo adoraba entonces, y él toleraba esa, adoración como quien soporta las monerías de una mascota muy querida.

—Lady Anthony tiene con ella, de visita, a una chica de su familia. Dicen que es una joven muy hermosa. Tal vez descubras que tiene mucho en común contigo. Ha vivido en Londres, pero cuando fracasó su matrimonio, vino a quedarse con su madrina. El vicario también asistirá, por supuesto y. . . el alcalde Barnes.

Cuando la muchacha alzó las cejas, su padre sonrió.

—Sí, ya sé. Él y Lady Anthony van a discutir, como siempre, pero estoy seguro de que, en el fondo, ambos disfrutan esos enfrentamientos. Nos reuniremos en casa de Peter… ya debes saber que compró la vicaría —miró con aire de disculpa a su hija—. También me permití ofrecerte como voluntaria para hacerte cargo de los refrescos. Tu madre…

Lali suspiró, resignada, y él no tuvo que terminar la frase. En efecto, si su madre hubiera estado sana, habría sido la primera en ofrecer sus servicios. Igual que el alcalde, la señora Esposito era una organizadora infatigable y fueron muchas las tardes de verano en que Lali tuvo que ayudarla a preparar una torta gigante para alguna fiesta de la localidad o reunión de beneficencia.

Los habitantes de Setondale eran anticuados respecto a determinadas cosas; una de ellas era la cuestión de las tortas. Ninguna ama de casa de Setondale que se respetara, sería capaz de comprar una ya hecha, en vez de prepararla ella misma.

Bien, al menos no había perdido su habilidad como pastelera, se dijo Lali al probar la confitura. Además de la torta, habría pastelillos, hechos de acuerdo a la receta especial de su madre y, más tarde, prepararía emparedados y refrescos. Tendría que pedir prestado el auto a su padre para ir a la casa de Peter, pues no podría llevar tantas cosas en su bicicleta.

Mientras conducía hacia la vicaría, más tarde ese día, Lali se preguntó por qué Peter habría decidido comprarla. ¿No le hubiera convenido más una casa más pequeña, en el centro de Setondale? La razón por la que la iglesia vendió la vicaría, fue precisamente por su tamaño y el costo de mantenimiento. Según recordaba ella, tenía por lo menos siete cuartos y, además, varios áticos.

La verja de hierro forjado estaba siempre abierta; en realidad, había permanecido abierta durante tanto tiempo que ella dudaba que alguna vez pudiera cerrarse. La maleza y la enredadera habían crecido entre los barrotes, y el pálido sol invernal se filtraba entre las hojas.

El sendero que llevaba a la casa también estaba cubierto de maleza y los árboles, que resultaban encantadores en primavera, ahora tenían un aspecto siniestro sin su follaje. La fachada de la casa era elegante y los jardines, circundados por un alto muro de ladrillo, eran un remanso de intimidad y paz.

Al aproximarse a la construcción, la puerta principal se abrió y Peter apareció en el umbral. Vestido de manera informal, con unos viejos pantalones vaqueros y una camisa de lana a cuadros, con las mangas enrolladas hasta los codos, casi podría ser el muchacho que Lali había adorado de niña. Luego, cuando él se movió y la luz del sol delineó los angulosos rasgos de su rostro, la ilusión del aspecto juvenil desapareció y la chica se enfrentó con la realidad del hombre.

—Traje los bocadillos y refrescos para esta noche —anunció con voz débil.

—No supuse que hubieras venido sólo por el placer de mi compañía —replicó él con ironía, y la muchacha lo miró fijamente—. Oh, vamos, Lali, ¡no estoy ciego! Has hecho más que evidente lo que sientes por mí.

La joven se puso tensa entonces, y la angustia le formó un nudo en la garganta. ¿Qué quería decir? El corazón le latía con violencia y tenía reseca la boca. ¿Habría adivinado que…?

—Es obvio que te resulto antipático —prosiguió el médico con acritud y ella sintió que su cuerpo se relajaba por el alivio. Él pensaba que lo encontraba antipático. Pero… era cierto. Y no sólo eso; también lo detestaba, lo despreciaba como alguna vez él la despreció—. Sin embargo, vivimos en una comunidad pequeña y no podemos evitar encontrarnos con cierta frecuencia —concluyó Peter.

—Una cosa es toparnos en ocasiones y otra que me encuentre contigo casi cada vez que entro en mi casa.

Lali vio cómo se endurecían las facciones del médico.

—Sucede que tus padres son viejos amigos míos y no pienso renunciar a su amistad para complacerte.

Ella notó que se tensaba la mandíbula masculina mientras pronunciaba esas palabras y luego, el rostro del hombre se relajó un poco al agregar:

—Dime, Lali, ¿qué sucede? Solíamos ser muy buenos amigos… acepto que los tiempos… las personas… cambian, pero esto no puedo entenderlo… esta antipatía que me demuestras.

¿No podía entenderla? Una oleada de ira estremeció a la joven. Había destruido su mundo ¡y ahora no podía entender su enfado!

—No, estoy segura de que no entiendas —repuso ella con tono cortante—. Pero ya pasaron los días en los que estaba a tus pies, conforme con cualquier migaja de atención que te dignaras obsequiarme. Digamos sólo que ya crecí, si te parece, y dejémoslo así.

Mientras se apartaba de él y se encaminaba al auto, Lali apenas podía creer que Peter hubiera olvidado lo sucedido. Su amargura se mezcló con la ira. ¿Cómo pudo ser tan torpe, alguna vez, para investirlo con todas las virtudes de un caballero andante? El Peter que ella había amado nunca existió; había sido nada más un producto de su febril imaginación de adolescente. Era ridículo que pudiera sentirse tan… traicionada al percatarse de que él no recordaba lo que le había hecho, pero así era.

Luego, cuando ella caminaba hacia la casa con las cajas de alimentos, él no hizo el intento de hablarle y se limitó a entrar en la cocina seguido de la joven, para mostrarle dónde podía dejar su carga.

—No tienes obligación de hacer esto —dijo Peter cuando la chica terminó de colocar las cajas donde él le indicara—. Puedo pedir a otra persona que sirva como secretaria del comité.

—Sí, no lo dudo, pero como dije a mi padre, eso me servirá para no perder la práctica.

—Entiendo. Bueno en ese caso, prometo que no te molestaré demasiado. Yo había esperado que… —se encogió de hombros y volvió el rostro, pero no sin que antes ella pudiera notar la amargura de su expresión.

¿Peter amargado? ¿Por qué? Confusa, Lali regresó al coche de su padre. ¿Qué iba a decir él? ¿Qué era lo que había esperado? Movió la cabeza y apartó esas preguntas de su mente. Puso en marcha el motor para iniciar el trayecto de regreso a su casa.

7 FIRMAS Y MAS

8 commenti:

  1. Me encanto el capítulo!! maaas nooove! Besos

    RispondiElimina
  2. Quiero que lo cuente Peter! Quiero saber que piensa! :)
    Muy buena la nove!
    Un beso

    RispondiElimina
  3. intuyo que peter siempre estuvo enamorado de lali y por ser tan pequeña la rechazo jaja, como funciona mi cabeza jaja

    RispondiElimina
  4. Yo me estoy imaginando todo lo que Peter piensa y eso.... Y pienso bastante parecido a Pasi... va, es una posibilidad. Mi cabeza ya proyecto muchas ideas diferentes! jajajaa

    RispondiElimina
  5. Vamos por el capítulo 8! Siiiiiiiiiii :)

    RispondiElimina
  6. Acá hay algo raro porque capaz qe Peter lo vivió de otra forma :/capaz qe pensó qe así la protegia :)aanda a saber @LuciaVega14

    RispondiElimina