13 capitulo parte 2

Volvì chicaaas!! Volvì tempranito (¿) Juli de verdad sos ansiosa?No me di cuenta jaja Y no me digas mala,que me pongo triste L jaja Lucia podes hacer tarea y esperar los capitulos,no te quiero causar problemas jajaja

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Lali se dijo que se alegraba de su silencio, mientras Peter conducía en dirección de su casa, pero en realidad, era más exasperante ese mutismo de lo que estaba dispuesta a aceptar. No podía evitar que su tonto corazón le inspirara imágenes absurdas y románticas, en las que en vez de ser dos personas obligadas a una cercanía, la cual más parecía un castigo que una intimidad, eran dos amantes dichosos que compartían ese sublime silencio que nace de la comunión perfecta.

Cuando se detuvo el auto frente a la casa de los Esposito, fue Peter quien habló primero:

— Pasaré a ver a tu madre ahora.

Por supuesto, la señora Esposito quedó encantada de verlos allí, y expresó su placer al saber que habían viajado juntos desde Londres.

—¿Lograste resolver el problema de Beja? —preguntó a Lali, mientras el señor Esposito bajaba a preparar café para todos.

—Sí, encontramos la carpeta.

—Y Mery. . . ¿Está bien?

— Sí. Bastante bien — Lali había estado mirando por la ventana mientras Peter se quitaba la chaqueta, y en ese momento se volvió para responder a su madre—. Está embarazada, por cierto.

Lali escuchó un fuerte resuello y se dio cuenta de que provenía de Peter al darse media vuelta para mirarlo y notar la reprobación que endurecía sus ojos y boca.

Al acercarse a la cama de la convaleciente, el médico se detuvo un momento para murmurar al oído de la joven:

—¿Y todavía lo aceptas como amante, sabiendo eso? ¿Qué clase de mujer eres?

"La clase de mujer que es lo bastante tonta como para seguirte amando a pesar de tu rechazo", hubiera querido gritarle.

La llegada de su padre, con la bandeja del café, rompió el tenso silencio. Peter se acercó a la cabecera de la señora Esposito.

—Vaya, parece que está mejorando con rapidez —observó luego de examinarla.

—Son los mimos, muchacho —aseguró la enferma con una sonrisa—. A propósito. . . quisiera pedirte un favor, Peter.

—Lo que sea, Sarah.

—Me preguntaba si podrías llevar a Lali al baile y traerla después — dijo la señora Esposito —. Tim no quiere asistir. Dice que no se divertiría sin mí —miró con ternura a su esposo, al otro lado del cuarto—. Después de. . . —fue el turno de mirar a Lali—. De su accidente con el coche, me preocupa que conduzca; en especial con este clima.

Por un momento, la joven quedó demasiado estupefacta para hablar. No podía mirar a Peter y luego su lengua, de pronto libre de su constricción, se apresuró a decir:

—Por Dios, mamá, no hay necesidad de eso. Puedo tomar un taxi.

Peter la miró con severidad.

—Me encantaría llevarla, Sarah —contestó. Se volvió a mirar a Lali y agregó con suavidad—: Yo ya tenía pensado pedirle que fuera conmigo.

"Mentiroso", pensó la joven, con acritud, pero no había forma de expresarlo con voz alta, cuando sus padres los con esa sonrisa complacida y afectuosa.

—Ponte el vestido, me muero por verte con él.

Era casi la hora del té y Peter tenía ya varias horas de haberse ido. Lali y su madre estaban solas en la casa y la joven fue a su cuarto, accediendo a la petición materna, para poner se el hermoso traje.

La expresión en los ojos de Sarah y su asombrado silencio cuan do la vio, provocaron que un estremecimiento de placer recorriera la espalda de Lali.

—¿Te gusta?

—¡Oh, hija. . . es. . . fantástico!

—Tiene también una máscara —y se la colocó.

—¡Preciosa!

La joven le contó cómo consiguió el fabuloso atuendo.

— Estupenda idea — corroboró su madre—. Y Mery. . . ¿Está' contenta con lo de su bebé?

Por primera vez, Lali pudo hablar con su madre sin restricciones sobre la relación existente entre Benja y su esposa, ahora que sabía que el autor ya no tenía interés en ella.

—Sí, temo que ése es el riesgo de casarse con un hombre poderosamente atractivo como él. Con frecuencia, a pesar de su inteligencia, suelen comportarse como niños mimados, atraídos de manera inevitable hacia las golosinas sabrosas, pero sin valor nutritivo.

—Al menos, con tu padre nunca tuve ese tipo de problemas; y no es que no fuera atractivo, sino que siempre fue muy serio y maduro También Peter es un hombre muy atractivo pero tiene la madurez y la fuerza de voluntad para no caer en esa clase de trampa. Me parece el tipo de hombre que, una vez que se enamore, será fiel hasta la muerte.

Lali miró a su madre con expresión irónica.

—Mamá. . . temo que será Belen la afortunada que se llevará semejante joya.

En el silencio que siguió a sus palabras, la joven no se atrevió a mirar a Sarah, sino hasta que ésta dijo, con suavidad:

— Oh, querida . . lo siento. ¿Estás segura?

—Yo. . . sí —murmuró Lali con voz trémula. Forzó una tensa sonrisa al volverse a mirar a su madre,

—Se lo mucho que lo amas hija —afirmo la señora Esposito con gentileza—. Y yo había pensado... tu padre y yo. . . —se mordió el labio inferior--No sabes cuánto lo lamento. Pensé que esta vez ahora que tu y Peter son adultos

Sin poder escuchar mas Lali levanto la amplia falda del vestido y corno a su cuarto No tenia caso decirse que era entupido y peor aún, inútil, que una mujer de veinticinco años se echara de bruces sobre la cama para llorar desconsolada por el dolor de amar a un hombre que siempre estaría fuera de su alcance, pero eso fue lo que hizo.

Era la hora del té cuando tuvo el suficiente autocontrol para volver a enfrentar al mundo Aunque se había lavado la cara con agua fría sus ojos seguían muy enrojecidos y su madre diplomática no comento mas sobre Peter cuando la joven fue a preguntarle si quena tomar algo En lugar de ello pidió a su hija que le hablara de su visita a Londres.

 

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