9 capitulo

Hola,GRACIAS por las firmas J

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Lali habló de un modo extraño, como si se hubiera quedado sin aliento. Resultaba evidente que tenía una idea muy precisa de lo que Peter estaba pensando.
—No quieras saberlo —respondió, de forma seca.
En ese momento, Peter decidió que sería mejor que sirviera café en lugar de más infusiones. Si estaba condenado a sentarse allí y charlar con Lali sobre los cien mejores besucones de su vida, prefería tomar algo bien fuerte. Habría preferido una copa, pero estaba muy cansado y tenía que conducir para volver a casa.
—¿Peter?
—¿Qué?
—¿He dicho algo que te haya molestado?
—Por supuesto que no. Tú puedes decirme lo que quieras, que sabes que no me molestará.
—Eso es lo que siempre pensé.
—Pues sigue en vigor.
—¿Sabes una cosa? Eres un gran tipo, Peter.


Peter se molestó con el comentario, porque le estaba hablando como a uno de sus hermanos. Pero le pareció una situación de lo más irónica: a lo largo de su vida había hecho todo lo posible por convertirse en un buen tipo; y ahora, lo lamentaba.
—Oh, sí, ya lo sé —dijo, mientras se servía un café—. Pero háblame de tu vida en Washington. ¿Sigues trabajando en esa tienda de antigüedades?
—Sí. Se llama Fashionable Memories —respondió, con ojos súbitamente brillantes—. Es un lugar precioso.
A medida que se extendía en la explicación sobre su vida, las lágrimas fueron desapareciendo de su rostro. Peter la escuchó con suma atención, y al cabo de un rato, preguntó:
—¿De dónde viene ese amor por los objetos antiguos? Pensaba que querías ser actriz o piloto de avión.
Lali rio.
—¿Cómo es posible que te acuerdes de eso? Yo casi lo había olvidado… Cuando estaba en el instituto decidí que el cine no era lo mío, dado que ni siquiera conseguí que me admitieran en el grupo de teatro local. En cuanto a lo de ser piloto, era tan complicado técnicamente que decidí que ver el mundo desde un avión es más interesante que pilotarlo.
—Pero de todas formas, hay existe gran distancia entre querer ser actriz o piloto y dedicarse finalmente a las antigüedades…
—Cuando estaba en la universidad paseaba muy a menudo por Georgetown. Un día descubrí un anticuario que se encontraba muy cerca de una cafetería que solía frecuentar, y empecé a visitarlo —explicó—. Un día encontré una pieza de porcelana que por alguna razón me pareció valiosa. La compré muy barata, la limpié y la llevé a Fashionable Memories. Marcel me la compró por cien dólares y la vendió por el doble. Después, me invitó a llevarle todo lo que encontrara y al cabo de un tiempo me recomendó que hiciera un curso de antigüedades. Acepté la recomendación, y cuando terminé el curso, me contrató.
Peter se quedó sin habla, así que ella sonrió y añadió:
—Créeme, esa es la versión corta.
—¿Y cuál es la versión larga?
—No quieras oírla. Me pondría a hablar sobre el placer que encuentro en la búsqueda de objetos, sobre la pasión de descubrir alguna historia interesante tras una pieza en particular, sobre la sensación de estar conectada con el pasado. Es algo bastante aburrido.
Peter contempló los brillantes ojos de Lali y la deseó. Quería conocerla a fondo, saber todo lo que pensaba. Poseía un tipo de entusiasmo tan directo que resultaba muy contagioso.
—No creo que seas capaz de decir nada aburrido —dijo con sinceridad.
—Si estás tan seguro, uno de estos días te llevaré a Washington y exploraremos juntos algunas tiendas. Te garantizo que antes de la hora de comer me estarás pidiendo clemencia.
Peter rio.
—Muy bien, acepto la apuesta —dijo, mientras se levantaba de la silla—. En fin, será mejor que me vaya y duerma un rato. ¿Crees que ahora podrás dormir?
Ella asintió lentamente y lo miró con un gesto de leve sorpresa.
—Sí, creo que sí. Gracias.
—¿Por qué? ¿Por darte sueño?
Lali se levantó y lo acarició en una mejilla.
—No, por distraerme un rato.
—Ha sido un placer. Volveré mañana por la mañana, pero si necesitas algo durante la noche, aquí tienes mi número —declaró, mientras le daba una tarjeta.
Lali sonrió al verla, así que él preguntó:
—¿Por qué te ríes?
—Por lo de jefe de policía… —respondió, moviendo la cabeza en gesto negativo—. Al parecer, todos hemos crecido.
Peter se encogió de hombros.
—Eso dicen.


En el proximo capitulo luca se enoja con lali y peter porque...
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