mercoledì 12 settembre 2012

5 capitulo


Buen dia,chicas! El jueves empienzo las clases L que tristeza...Ahì no se como voy a hacer por subir...
+16 FIRMAS DE 6 PERSONAS DISTINTAS Y OTRO


La palabra «suicidio» resultaba tan terrible que Lali pensó que era normal que la gente la pronunciara, a menudo, en voz baja. Acababa de llegar a Florida y todavía estaba dominada por el efecto de la llamada telefónica que había recibido en plena noche. El agente de policía que se había puesto en contacto con ella afirmó que la muerte de su padre había sido un accidente, pero Lali no terminaba de creérselo.
De hecho, deseaba creer, desesperadamente, que su padre había trazado mal una curva que conocía desde hacía treinta años y que se había salido de la carretera. Cualquier posibilidad le parecía mejor que la hipótesis de que se hubiera suicidado. Tal vez había sufrido un infarto o un desmayo, o tal vez había chocado con algún otro vehículo.


Pero al recordar la llamada de Leon, con el que había hablado dos días antes, se sintió profundamente insegura. No quería pensar que el extraño comportamiento descrito por su hermano podía tener algo que ver con la muerte de su padre. Lamentablemente, sabía que entraba dentro de lo posible.
Hasta ese momento no había comentado sus temores a la policía. Lali intentó justificar su silencio diciéndose que a fin de cuentas no sabía nada, que eran simples conjeturas y que sería mejor esperar a que tuvieran más pruebas.
Le habría gustado poder hablar con su madre, pero Emilia estaba demasiado consternada como para contestar al teléfono. La habían sedado y no había conseguido localizar ni a Luca ni a Leon cuando llamó para advertir de su llegada. Por suerte, Helen Lindsay, la madre de su mejor amiga, le había dicho que alguien iría a buscarla al aeropuerto para llevarla en coche a Winter Cove; pero Lali no sabía quién podía ser.
El vuelo se le había hecho interminable. No había hecho otra cosa que dar vueltas a lo sucedido, con los pocos datos de los que disponía, e imaginar todo tipo de teorías sobre la muerte de su padre.
Una y otra vez se había repetido que había sido un accidente; cuando bajó del avión y se dirigió a recoger el equipaje, todavía estaba intentando convencerse de ello. Y estaba tan concentrada en sus pensamientos que a punto estuvo de no fijarse en el hombre alto y atractivo, de camiseta blanca y vaqueros desgastados, que avanzó hacia ella. En otro momento le habría prestado toda su atención, pero en tales circunstancias apenas fue consciente de que se estaba aproximando.
—¿Lali?
Lali se quitó las gafas de sol para poder mirarlo mejor. Lo reconoció de inmediato y se sintió muy aliviada al encontrar un rostro amigo entre la multitud de desconocidos.
—¿Peter Lanzani? ¿Qué estás haciendo aquí? Pensé que estabas trabajando en Tampa…
—He vuelto a Winter Cove y ahora soy el jefe de policía. Me sorprende que nadie de tu familia te lo haya dicho.
Lali estuvo a punto de sonreír, pero enseguida se recordó que aquel no era un encuentro accidental.
Resultaba evidente que Peter había ido a buscarla por el asunto de la muerte de su padre, y las lágrimas, que había conseguido contener durante horas, empezaron a brotar de sus ojos.
—Has venido para…
—He venido para llevarte a casa.
Antes de que Lali se diera cuenta, se encontró entre los brazos de Peter, apretada contra su sólido pecho. Se había sentido tan vacía que le agradó el calor y la energía de su antiguo amigo.
—Lo siento mucho —susurró él, mientras la abrazaba con fuerza—. No puedes imaginar cuánto lo siento.
Lali no fue capaz de decir nada. No encontraba las palabras. Así que siguió llorando, empapando la camiseta de Peter, y arruinando totalmente el maquillaje que aún le quedaba.
Pero a Peter no pareció importarle. Dejó que llorara, en silencio, hasta que se tranquilizó un poco, sonrió y se disculpó.
—No te disculpes —dijo él, con voz emocionada—. Nicolas era como un padre para mí. Le debo más de lo que tal vez sepas… Todavía no puedo creer que haya muerto.
Lali sacó un paquete de pañuelos y se secó la cara.
—¿Qué ha pasado? ¿Lo sabes? ¿Qué ha dicho el forense? ¿Sufrió un ataque al corazón?
Peter apretó los labios.
—Recoge tu equipaje y vámonos de aquí. Hablaremos de camino a tu casa.
Lali estuvo a punto de insistir, pero no quiso hacerlo. Sospechaba que Peter no le daría respuestas que no conociera ya, y a fin de cuentas, nada importaba ahora; lo único relevante era que su padre, el hombre que la había criado, estaba muerto.
Llevaban veinte minutos en el coche cuando ella se decidió a retomar el tema y dijo:
—Cuéntame lo que ha pasado, Peter.
—Ojalá lo supiera. Todavía no tenemos los informes médicos y es posible que tengamos que esperar varios días más, hasta que terminen los informes toxicológicos.
—¿Informes toxicológicos?
—Sí, para ver si tenía restos de alcohol o de otras drogas en la sangre.
—No seas ridículo… Mi padre solo bebía de vez en cuando, y desde luego, nunca tomaba drogas.
—Te recuerdo que muchos medicamentos son también drogas. ¿No se medicaba?
Lali no lo sabía. Solo sabía que si se hubiera estado medicando, nadie se lo habría dicho.
—No lo sé —admitió—. Pero ¿qué crees que ha pasado? ¿Piensas que se salió de la carretera?
—Eso es lo que me gustaría creer —respondió, sin mirarla.
La reacción de Peter le resultó tan inquietante que despertó sus propios temores.
—Hay algo más, ¿verdad, Peter? Hay algo que no me estás contando.
—Em, déjalo por el momento. Esperemos hasta tener esos informes.
—¡Necesito saberlo, maldita sea!
PPeter la miró con simpatía.
—Lo sé, lo sé. Todos necesitamos saberlo, pero especular no servirá de nada. Necesitamos hechos, no teorías.
Lali tomó aliento y se atrevió a hacer la pregunta que la estaba volviendo loca:
—¿Pudo haberse arrojado al lago a propósito?
—No insistas…
—¿Pudo hacerlo?
—Todo es posible, pero no dejó ninguna nota, o al menos no hemos encontrado nada parecido ni en el coche ni en la casa ni en el restaurante.
—Entonces, has estado buscándola…
El simple hecho de que Peter hubiera buscado una nota de suicidio bastó para que Lali se convenciera de que el policía sospechaba que había algo extraño en aquel asunto.
—Por supuesto.
—En ese caso, crees que el suicidio es una posibilidad —afirmó.
—Es una posibilidad, sí —admitió, a regañadientes—. Pero ¿por qué se te ha ocurrido esa idea?
—Porque Leon me llamó hace un par de días. Estaba muy preocupado por papá y me dijo que se estaba comportando de forma extraña últimamente. Me pidió que regresara a casa… —declaró, entre lágrimas—. Y yo me negué.
Peter apretó con delicadeza una de las manos de Lali.
—Y ahora, te culpas de lo sucedido —dijo él—. Pues no lo hagas. No sabemos lo que pasó anoche, Lali. Y será mejor que nos tranquilicemos un poco.
—¿Has hablado con mi madre?
—No, anoche no estaba en condiciones de hablar con nadie.
—¿Y qué hay de mis hermanos?
—Leon está muy asustado. No se lo ha tomado nada bien y se culpa a sí mismo.
—Y a mí. Seguro que me está culpando a mí.
Peter negó con la cabeza.
—No lo ha hecho en voz alta, al menos. Pero creo que solo se culpa a sí mismo. Cree que si tu padre y él no hubieran discutido ayer, en el restaurante, nunca habría pasado nada. Dijo que Nicolas estaba muy enfadado. Demasiado para ponerse al volante de un coche.
—¿Y tú qué crees?
—Que no sabe lo que dice. Yo estaba presente cuando discutieron y solo fue una típica trifulca entre un padre y su hijo, pero Leon se niega a comprenderlo. En cuanto a Luca, reaccionó de forma agresiva.
Lali lo miró con sorpresa. Luca siempre había idolatrado a Peter.
—¿Reaccionó mal contigo?
—Le pedí que se quedara con tu madre mientras yo iba a buscarte al aeropuerto y me dijo que no soy su jefe y que él tenía otras cosas que hacer.
—¿Luca dijo eso? —preguntó, realmente asombrada—. ¿Qué puede tener que hacer que sea más importante en este momento?
—Está enojado y confundido, no es nada personal. Se ha limitado a pagarlo con la persona que tenía más cerca —explicó, para intentar excusarlo—. Lo de tu madre es más grave. Se niega a aceptar que Nicolas ha muerto e incluso me acusó de inventarme una historia para hacerle daño. Creo que en parte está esperando que su esposo vuelva a casa en cualquier momento… Será mejor que hables con ella.
Lali lo miró con tristeza.
—Yo pensé lo mismo cuando me llamaron por teléfono para informarme. No dejaba de repetirme que era un error, que mi padre no podía estar muerto.
—Siento que te llamara un desconocido —dijo Peter—. Me habría gustado hacerlo personalmente, pero estaba muy ocupado con tu madre y pensé que tenías que saberlo de inmediato.
—Descuida, lo comprendo. Además, la noticia no habría sido menos terrible si me la hubieras dado tú. Pero volviendo al tema de Luca, si él no está con mi madre, ¿quién la acompaña?
—Helen sigue en la casa, aunque Emilia no quiere hablar con ella. Se encerró en su dormitorio.
A Lali no le extrañó. Su madre siempre había sido una mujer de carácter, pero acababa de perder al hombre de su vida.


Capitulo re largo jaja
En el proximo continua la charla laliter!
Mely ya extranabo tus firmas J

GRACIAS a todas por firmar J

Quien quiere que le avise en twitter,me diga
+16 FIRMAS DE 6 PERSONAS DISTINTAS Y OTRO

17 commenti:

  1. MUy emotivo ,cada uno manifiesta d una manera diferente,el dolor x la pérdida del padre. Incluso Peter ,tiene sus dudas x esa muerte.

    RispondiElimina
  2. ayyy, pobre de la familia de Lali :(( Que bueno que esta Peter para apoyarla!! MASSSS

    RispondiElimina
  3. Soy Camila, pase por mucho para volver a encontrar el blog porque se me borro del iPod el link no sabes la alegría que me da volver a leer :D me encanta esta nove, saludos

    RispondiElimina
  4. Me gusta! sube masss xfa c:
    por curiosidad, cuantos capitulos tiene esta nove?
    -Jacky

    RispondiElimina
  5. Que triste pero al menos se encontró con Peter-
    @Masi_ruth

    RispondiElimina