venerdì 21 settembre 2012

8 capitulo


Hola chicas!GRACIAS POR FIRMAR J
   Las quiero <3

+17 FIRMAS Y OTRO

Peter no sabía si quedarse o marcharse. Después de lo sucedido con Leon había considerado la posibilidad de marcharse, pero sospechaba que Lali lo iba a necesitar. Emilia se estaba negando a aceptar la realidad, y aunque resultaba comprensible en tales circunstancias, era una actitud muy dolorosa para sus hijos. Luca y Leon nunca la habían necesitado tanto, pero Emilia se había limitado a encerrarse en su dormitorio. Además, imaginaba que Lali no tendría mejor suerte con su madre que sus hermanos.
Cuando había ido a buscarla al aeropuerto, estaba preparado ante la posibilidad de que empezara a llorar; sin embargo, no esperaba que mostrara tal vulnerabilidad. La Lali que recordaba era una mujer fuerte y dura como su madre, una persona de carácter que se sabía querida y que sabía querer, y Peter había imaginado que su temperamento se habría hecho aún más sólido con el paso de los años. Pero si Emilia había perdido toda su confianza en un momento como aquel, era bastante posible que Lali también la perdiera.


A fin de cuentas, aquella no era una situación normal.
Se dirigió a la cocina y se dispuso a preparar café, pero luego pensó que tal vez sería mejor que preparara alguna infusión. Él tampoco se encontraba muy cómodo. A lo largo de sus años en el departamento de policía había tenido que dar malas noticias muchas veces, pero raramente se había visto obligado a permanecer después con las víctimas. Sin embargo, aquellos eran sus amigos y no podía marcharse. Y por si fuera poco, se sentía en deuda con Nicolas.
Todavía estaba en la cocina, rodeado de bolsitas de infusiones e intentando decidirse sobre qué preparar, cuando Lali entró. Sus ojos estaban llenos de lágrimas y parecía sufrir tanto que el policía deseó acercarse a ella y abrazarla, pero prefirió no hacerlo.
—Iba a preparar… algo —intentó explicar Peter.
Lali sonrió.
—¿Es que no puedes decidirte?
—No sé… Es un poco tarde para preparar café o té y pensé que sería mejor que preparara alguna infusión. ¿Qué quieres tomar?
—Una infusión de camomila estaría bien —respondió, mientras se sentaba en una de las sillas.
Peter asintió.
—¿No preferirías dormir un poco? Ha sido un día muy dudo. No hace falta que te quedes despierta para entretenerme. Puedo marcharme si quieres.
—No, quédate, por favor. No quiero quedarme a solas ahora. Además, dudo que pueda dormir.
—Está bien, como quieras.
Peter le preparó la infusión y después se sentó a su lado.
—¿Cómo te ha ido con tu madre?
—No está bien. No quiere asumir lo sucedido y me ha dicho que me encargue yo de todo. ¿Pero cómo voy a hacerlo? Ni siquiera sé cómo se organiza un entierro. Debería hacerlo ella… Es nuestra madre, era su marido, y son sus decisiones.
—Todavía está dominada por el dolor, pero se encontrará mejor por la mañana, ya lo verás. Entonces, podréis tomar juntas las decisiones. Y deberías incluir a tus hermanos en todo esto, porque también lo están pasando mal.
—No lo dudo, pero al menos se tienen el uno al otro. Yo, en cambio, siempre dependí de mi madre. Siempre fue mi modelo —declaró, mirándolo con intensidad—. ¿Crees de verdad que estará mejor por la mañana?
Peter quería creerlo y sabía que Lali necesitaba creerlo, así que asintió.
—Claro, tu madre es una mujer muy fuerte.
Emma negó con la cabeza.
—Yo también lo pensaba, pero ahora se ha alejado tanto que me parece inalcanzable. Incluso me ha abofeteado.
Peter la miró con asombro.
—¿Porqué?
—Porque dije que papá había muerto y que no volvería. Insistí en que debía aceptar la realidad y me dio una bofetada.
—Lo siento mucho, Lali, sinceramente. Pero sabes que está fuera de si. Mañana lamentará lo que ha hecho, seguro.
—Ya se ha disculpado. En cuando a mañana, no estoy segura de que pueda sentir nada. Parece decidida a dormir el resto de sus días —dijo, mirándola con una mezcla de dolor y confusión—. ¿Qué voy a hacer si no mejora? ¿Tendré que tomar las decisiones en su nombre?
—Todavía no hay que decidir nada. Si no está mejor mañana por la mañana, nos reuniremos todos para ver lo que se debe hacer. Yo puedo ayudarte si quieres. Puedo encargarme de la organización del entierro y de lo que sea necesario.
—No es responsabilidad tuya.
Peter la miró directamente a los ojos.
—Yo también quería a tu padre, Lali.
—Lo sé, lo sé… —dijo, mientras lo tomaba de la mano—. ¿Pero dónde están Leon y Luca? ¿Los has visto?
—Leon está en su habitación y Luca sigue afuera, a no ser que haya decidido entrar otra vez.
—Supongo que estará en la casita del árbol. De niños les encantaba ese sitio, pero a mí no me dejaban subir, así que me colaba cuando no se daban cuenta. De hecho, allí di mi primer beso.
—¿En serio? —preguntó Peter, sintiendo envidia por el afortunado—. ¿Y a quién fue?
—A Maxi Reca —respondió, en un susurro.
—¿Bromeas? —preguntó, asombrado—. ¿Te besaste con Maxi Reca? ¿Lo sabía tu padre?
Lali rio ante la reacción de Peter.
—Por supuesto que no lo sabía. Maxi no solo era dos años mayor que yo, sino que además montaba en moto. Reunía todas las fantasías de una jovencita. Ya sabes, sobre chicos peligrosos…
—¿Y era tan peligroso? —se burló Peter—. ¿Más que yo?
—Tú no eras nada peligroso.
—Pues tu padre no pensaba lo mismo.
—No seas ridículo. Tú eres de la familia.
Peter no supo si tomárselo como un cumplido o como un insulto. Pero lamentó no haber sabido en su momento que a Lali le gustaban los chicos rebeldes, porque habría estado dispuesto a demostrarle lo rebelde que era aunque su padre se enfadara. Sin embargo, decidió dejar aquella cuestión para otro día. A fin de cuentas, no se podía cambiar el pasado.
—¿Y Maxi besaba bien?
La expresión de Lali se volvió nostálgica.
—En aquel momento me pareció que lo hacía fantásticamente —confesó.
Peter estuvo a punto de soltar un improperio. Se sentía celoso, pero sabía que era una reacción ridícula. Sobre todo, porque se trataba de algo sucedido muchos años antes y de algo que, obviamente, no había ido más lejos.
—¿Lo has visto últimamente?
—¿Por qué tendría que haberlo visto?
—Bueno, si besaba tan maravillosamente bien…
—Oh, vamos, esa era la opinión de una niña que no tenía experiencia y que por tanto no podía comparar. Luego, crecí y descubrí que besar es algo más que mover la lengua y los labios en la boca de otra persona. En la actualidad, Maxi no se encontraría en mi lista de los diez mejores besucones —comentó, entre risas—. De hecho, es dudoso que entrara en la lista de los cien mejores.
Peter se estremeció al oír la cifra de cien personas y se preguntó qué habría estado haciendo Lali en Washington. Incluso consideró la posibilidad de aumentar la experiencia de la mujer en aquel preciso instante, cosa que probablemente habría hecho en otras circunstancias. Quería demostrarle lo que era un beso de verdad. Al fin y al cabo, había practicado mucho el arte de besar a lo largo de los años.
—¿Qué estás pensando? —preguntó entonces ella, con curiosidad.


En el proximo continua la charla laliter!
No se a ustedes,pero a mi me gusta mucho ese peter...
+17 FIRMAS Y OTRO

16 commenti:

  1. Feliz día internacional de LA PAZ.

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  2. Más tarde leo y comento,me está matando un terrible dolor d cabeza.

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  3. Se fueron por la ramas ja ja !! pobre lali menos mal qe tiene a peter más!

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  4. Sin dudas Peter le ofrecía su ayuda .Jajaja,mitra k sentirse celoso d algo k pasó en la niñez ,claro k era comprensible ,esa niñez era d LAli.¡¡¡¡K le demuestre!!!!,veremos si se sorprende.

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  5. Creo que sus conversaciones son muy buenas, párese como si fueran muy conocidos y tuvieran una relación!!
    Espero mas charla Laliter :)
    Gracias por los caps!!!

    @Titel842

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  6. sin duda me gusta este peter <3
    casi siempre en las noves ponen a un peter que se va enamorando de lali, que es frio, manipulador, etc. y este nada que ver c;
    masss xfa!
    -Jacky

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