5 capitulo parte 2

Hola chicaaaaaas! Hoy fue mi vuelta a el cole! Que triste,ahora tengo que E-S-T-U-D-I-A-R L

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—No comprendo cómo es posible que haya ocurrido algo así. No puedo creer que se haya marchado para siempre. Hablé con él el fin de semana pasado y parecía tan contento como siempre… Pero Leon me dijo que solo estaba disimulando.
—Lamento tener que decirte que estoy de acuerdo con Leon. Tu padre parecía muy nervioso últimamente. La gente había empezado a comentarlo, porque ese enfrentamiento que te he contado antes no era el primero. Incluso empezó a hablar mal a tu madre.
Saber que Peter opinaba lo mismo que Leon no ayudó en nada a Lali. Ahora se sentía aún más culpable por no haber hecho caso a su hermano.



—Eso era impropio de él… Habría preferido salir desnudo en pleno día a la calle antes que perder la compostura delante de los clientes.
—Lo sé, y a todos nos pareció muy extraño. Pensé en hablar con él, pero me dije que a fin de cuentas no era asunto mío. Tal vez, si lo hubiera hecho…
Peter no terminó la frase.
—Termina de hablar. Di lo que ibas a decir. Piensas que si hubieras hablado con él, no se habría suicidado.
—No sé si se ha suicidado. Pero sí, si así fuera, me sentiría culpable. Todos sabíamos que algo andaba mal, que se estaba comportando de un modo muy poco habitual en él. Sin embargo, siempre había sido un hombre perfectamente capaz de solventar sus propios problemas; y a nadie se nos ocurrió pensar que, fuera lo que fuera lo que lo preocupaba, era más fuerte que él.
Lali permaneció en silencio, pensando. Se preguntó qué podía haber cambiado de un modo tan radical a su padre. No había notado nada extraño al hablar con él, pero había estado tan centrada en su propia vida que tal vez no hubiera prestado suficiente atención. Y ahora, sentía que había traicionado a su padre y a Leon por no haberlo escuchado.
Aún estaba atormentándose con todo ello cuando Peter aparcó el vehículo ante la casa de estilo español, con sus tejados de tejas rojas, donde Lali había vivido casi toda su vida. Antes de que pudiera salir del coche, Peter llevó una mano a la mandíbula de Lali y la obligó a levantar la cabeza y mirarlo.
—No es culpa tuya —declaró con énfasis—. No es culpa de tu madre, ni de tus hermanos, ni de nadie. Y por lo demás, es bastante probable que fuera un simple accidente. Recuérdalo.
—Lo intentaré.
—Muy bien, pero por si acaso, estaré cerca para recordártelo —prometió.
Los ojos de Lali se llenaron de lágrimas cuando tomó la mano de su amigo para recomponerse un poco. Segundos después, entró en la casa. Estaba a punto de enfrentarse a la terrible tragedia que había sufrido su familia.


Emilia no quería levantarse de la cama y se negaba a comer. Cada vez que alguien entraba en la habitación, fingía estar dormida. De ese modo, nadie podría decirle que su marido había muerto; e incluso podía llegar a convencerse de que todo aquello era una simple pesadilla, un sueño que terminaría en cualquier momento. Entonces, él estaría a su lado y la abrazaría, tal vez le haría el amor, y el día seguiría como cualquier otro día.
Pero a medida que caía la noche, Emilia no pudo negar por más tiempo lo evidente. Aquella mañana, cuando Peter llamó a su puerta para informarla de lo sucedido, lo acusó de estar mintiendo y repitió una y mil veces que no era cierto, que Nicolas no había fallecido en un estúpido accidente de tráfico.
Peter le preguntó a quién debía llamar y qué podía hacer por ella, pero Emilia no supo qué responder. Durante treinta años, siempre se había dirigido a su marido cuando tenía algún problema. Además, nadie podía ayudarla en aquel momento; ni siquiera sus hijos: eran demasiado jóvenes, incluida Lali, y sería ella quien tuviera que cuidarlos. Sabía que debía ser fuerte, pero no podía. Nicolas había desaparecido.
Por fin, Peter despertó a los chicos para informarlos; acto seguido llamó a Helen para que fuera a la casa y después se encargó de que alguien avisara a Lali. Había actuado tal y como lo habría hecho Rosa de no estar paralizada por el dolor.
se retiró a su dormitorio. Y así había estado todo el día, sola y fingiendo estar sufriendo una pesadilla, cuando alguien llamó a la puerta y decidió reaccionar de una vez.
—¿Mamá?
Era Lali. Emilia se sentó en la cama, encendió la luz, tomó aliento y dijo a su hija que entrara.
Cuando la puerta se abrió, Emilia comprendió que no estaba preparada para aquello y que probablemente nunca lo estaría. Desde que sus hijos nacieron, siempre se habían dirigido a Nicolas y a ella cuando necesitaban respuestas. Pero ahora era diferente: en la muerte no había respuestas.


Respuesta:No se cuantos capitulos tiene esa nove,porque todavia no hice todos los capitulos,cuando lo sepa lo digo...
Valey Mely y irene me faltaron sus comentarios L Casi no queria subir,pero GRACIAS a las que firmaron J
Diganme quien quiere que le avise en twitter

  
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