domenica 23 settembre 2012

12 capitulo


Gracias por las firmas J

+18 FIRMAS Y OTRO


Peter permaneció junto a Lali durante el entierro, pero no quitó ojo de encima a Luca. El joven se había quedado con Leon, y al terminar el responso, se alejó discretamente de la multitud. Peter se acercó entonces a él y le pasó un brazo por encima de los hombros.
—¿Te marchas ya a casa? —le preguntó, en el tono más amistoso que pudo.
Luca se ruborizó al sentirse pillado in fraganti y miró a Peter con irritación.
—No es asunto tuyo —espetó.
—Tu madre y Lali te necesitan —dijo Peter—. ¿Piensas dejarlas en la estacada?
—Todo el pueblo estará en esa maldita casa, y no me apetece pasar por eso. Incluso el asunto del entierro es una estupidez.
—Puede ser, pero es una tradición, la ocasión de que la gente se despida de un ser querido e intente ofrecer su solidaridad y su apoyo a los que quedan atrás. ¿No te sientes mejor al saber cuánta gente quería a tu padre?
—No ha venido tanta gente porque lo quisieran. Han venido para vernos, para disfrutar como buitres de nuestro dolor.


—Oh, vamos, eso no es cierto. Han venido porque tu familia les importa. Es parte de esta comunidad, y por otra parte, el Flamingo Diner no es un restaurante más: es un hogar para muchas personas. Es posible que todavía no te hayas dado cuenta, pero algún día lo harás.
—Si crees que este pueblo es tan maravilloso, ¿por qué te marchaste?
Peter sonrió.
—Supongo que por la misma razón que tú. Necesitaba saber quién era y necesitaba tener mi propia vida. Pero cuando solucioné esas cuestiones, regresé.
—No es cierto. Has vuelto porque siempre te ha gustado mi hermana.
—Si ese fuera el caso, ¿por qué no me marché a Washington, entonces? Te recuerdo que tu hermana no vive en Winter Cove, sino allí.
Luca no tenía respuesta para eso, pero a pesar de todo, insistió.
—Puedes decir lo que quieras, pero no me engañas. He notado cómo la miras.
—Tu hermana es una mujer preciosa, Luca. Tendría que ser ciego para no mirarla.
Luca movió la cabeza en gesto de disgusto.
—Y pensar que mi padre siempre creyó que eras sincero… Sin embargo, no eres capaz de decir la verdad ni en un momento como este.
—Tal vez, porque los sentimientos que yo pueda albergar son asunto mío. Esa es una lección que deberías aprender: las relaciones personales son cuestión de cada uno, no algo que se deba ir contando. Y ahora, vayamos a la casa.
—Ya he hecho planes con mis amigos.
—Tus amigos pueden esperar —dijo Peter, mirándolo a los ojos.
Luca intentó aguantarle la mirada, pero naturalmente no podía competir con un policía.
—Di lo que quieras.
El joven se alejó sin hacer ningún caso, pero Peter lo detuvo.
—Una cosa más, Luca. Si tus amigos lo fueran realmente, estarían hoy aquí.
—Basta ya, Peter. No soy ningún niño, y desde luego, tú no eres mi jefe.
—Eso es cierto, no lo soy —declaró, sin dejar de mirarlo fijamente—. Pero te advierto que si te pasas de la raya, te arrepentirás. Te recuerdo que ni tu madre ni tus hermanos merecen añadir más sufrimiento a su dolor por tu culpa.
—Ya, bueno…
—¿Te veré entonces en la casa?
—Sí, sí…
—Está a diez minutos en coche. Te daré quince, y si no apareces, vendré a buscarte.
—He dicho que iré.
Peter asintió, lentamente.
—Confío en que mantengas tu palabra.
—Claro.
Luca se alejó, y cuando subió al coche, se dirigió a su casa.


Peter se mantuvo en un segundo plano a media que la gente comenzaba a marcharse de la casa de los Esposito.
Habían estado entrando y saliendo durante las dos últimas horas, contando historias sobre Nicolas y recordándoles a Lali y a su madre lo mucho que significaba el Flamingo Diner para ellos.
Pero ni Lali ni Emilia prestaban demasiada atención; En cuanto a Leon y Luca, habían desaparecido de nuevo en la casita del árbol, cosa que había comprobado Peter por simple seguridad. Encontrar el motivo del fallecimiento de Nicolas no era un problema profesional de Peter si Nicolas se había suicidado, pero se sentía obligado a investigar porque sabía que Lali no viviría en paz hasta que lo supiera. Además, sabía que ella haría todo lo posible por saber la verdad. Al ver a Gabe Jenkins y Harley Watson en una esquina, pensó que tal vez supieran qué había estado atormentando a Nicolas durante las últimas semanas de su vida. De modo que se acercó discretamente por si podía oír lo que estaban hablando.
Por desgracia, Gabe se dio cuenta.
—Si quieres oír lo que estamos hablando, ven con nosotros —dijo, irritado.
Peter sonrió.
—Solo intentaba asegurarme de que estabais hablando de algo interesante. No quiero morirme de aburrimiento con dos hombres que solo hablan de sus próstatas.
Harley lo miró con seriedad.
—Estamos hablando de la vida y de la muerte. No sé cómo es posible que Nicolas se saliera de la carretera. Hacía ese trayecto todos los días, incluso varias veces al día. ¿No hay ningún resto que indique una posible colisión con otro vehículo?
—No —respondió Peter.
—Además, Nicolas era un hombre inteligente —añadió Harley—. Seguro que tenía uno de esos martillos que sirven para romper el parabrisas en caso de emergencia. Y si lo tenía, ¿por qué no lo usó?
En el informe policial no se mencionaba la presencia de semejante herramienta en el coche, pero Peter se dijo que tendría que comprobarlo. Era bastante probable que Harley tuviera razón, porque en la zona central de Florida había muchos canales y Nicolas siempre había sido un hombre precavido.
—No lo entiendo —dijo entonces Gabe—. Tenía un negocio magnífico y una familia excelente. ¿Qué más se puede pedir?
—No se me ocurre nada más —dijo Peter.
—Tal vez lo perseguía la Mafia —dijo Gabe, con más entusiasmo—. Puede que lo echaran de la carretera.
—¿Te has vuelto loco? —protestó Harley—. ¿Pero se puede saber qué te pasa? ¿Has estado viendo otra vez El Padrino?
—No, pero todo el mundo sabe que la Mafia se dedica a extorsionar a dueños de locales a cambio de protección. Es posible que lo hicieran con Nicolas y que él se negara a pagar.
—¿Protección? ¿Para qué la querría Nicolas? ¿Qué tipo de delitos se dan en Winter Cove? Peter se encarga de que no tengamos muchos delincuentes.
—Él hace su parte, es cierto —dijo Gabe, asintiendo en dirección a Peter—, pero eso no quiere decir que otros no ayuden un poco. Nunca se sabe.
—Estás diciendo tonterías —dijo Harley.
—Y tú eres un sabelotodo.
Peter decidió intervenir antes de que los dos ancianos llegaran a las manos.
—Creo que estoy en condiciones de asegurar que la Mafia no tuvo nada que ver en este asunto. Conozco bien el crimen organizado.
—Tal vez no fuera un accidente. Tal vez se suicidara porque lo estaban persiguiendo —dijo Gabe.—¿Sabes por qué se salió de la carretera? Don era un conductor muy experimentado. Estoy seguro de que tú también tienes dudas sobre su muerte.
Peter no quiso decir nada. No quería desatar su ya ávida imaginación.
—Está bien, no digas nada si no quieres, Peter —continuó Gabe, disgustado—, pero puedo ver la verdad en tu rostro. Por eso te has acercado para oír nuestra conversación. Sospechas que no fue un accidente, así que no te molestes en negarlo.
—Una mujer. Debió de ser por una mujer —intervino Harley—. Es lo único que puede volver realmente loco a un hombre.
—Pero estás hablando de Nicolas y de Emilia —le recordó Gabe—. Estaban realmente enamorados.
—No te engañes, llevaban juntos muchos años. A veces, la gente necesita cambiar y airearse un poco. Nicolas era un hombre encantador y estoy seguro de que muchas de las clientas del restaurante se fijaban en él.
—¿Estás pensando en alguna en particular? —preguntó Peter.
—Bueno, pasaba mucho tiempo con esa chica, Maria.
—¿Te has vuelto loco? Maria Sawyer es tan joven que podría ser su hija. Estuvo con Peter en el instituto, ¿verdad?
Peter asintió lentamente. Recordaba a Maria muy bien, porque habían mantenido una relación que no era de dominio público. Muchas mañanas se encontraba con ella en el restaurante, pero nadie había sospechado que sus encuentros no eran en modo alguno fruto de la casualidad.
Al cabo de un tiempo, Maria decidió que quería llevar su relación más lejos y Peter se negó, así que rompieron.
Peter los miró con preocupación y dijo:
—Espero que no se os ocurra contar semejantes historias a Lali o a Emilia. Ya lo están pasando bastante mal y no sería justo. Nicolas murió en un accidente, nada más. ¿Entendido?
—Por supuesto —dijo Harley, quien naturalmente no tenía intención de contar nada.
—Yo tampoco diré una sola palabra —dijo Gabe.
Satisfecho, Peter dejó a los dos hombres y se dirigió en busca de Lali. Había salido del salón media hora antes y todavía no había regresado.


Capitulo muy largo...en el proximo va a haber laliter
No se cuanto va a ser larga la nove...Creo mas o como a la precedente...Todavia no hice todos los capitulo y debemos todavia entrar en la historia laliter asique...
Mely te extranaba!Gracias por tomarte tu tiempo por firmar J

Sobre la nove decidì hacer como hice hasta ahora,ya que a ustedes les gusta que està tambien la historia de emilia(siempre cuando es utile por la historia)
+18 FIRMAS Y OTRO

 

23 commenti:

  1. Maria tendrá algo que ver??? Me encanta más!

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  2. Me gusta cómo Peter se encarga de cuidar y proteger a Lali!

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  3. Mas por fa me encanta peter

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  4. Nove por fa eata buenisima

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  5. Peter seguro no quiso llegar a mas con Maria por que le pasaban cosas con lali

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  6. Falta para el beso laliter

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  7. Mas Noveeeee!


    @nathies1024

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  8. hola, hola!!!
    acabo de ponerme al dia con la nove
    gracias por avisarme siempre por twitter cada vez que subis
    me encanta
    quiero saber que paso realmente con nico
    besos

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  9. Me encantó el capítulo! muero porque llegue la parte Laliter!
    Maaaas noooove!
    Besos :)

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  10. Jejeje yo también extrañe la nove :) hahah un tierno peter

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  11. Nada tonto luca jaja me dio gracia esa parte jajajaja

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  12. Luca termina obedeciendo a Peter.

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