domenica 28 ottobre 2012

27 capitulo


Cuando salieron del edificio de oficinas donde se encontraba el despacho de Maria, Peter se dirigió hacia el coche. Sin embargo, Lali lo tomó de la mano y lo detuvo.
—¿Podemos ir a dar un paseo? Necesito aclarar mis ideas…
—Claro —dijo él, preocupado por el brillo triste de sus ojos—. ¿Quieres ir a algún lugar en particular?
—¿Qué te parece al lago?
Peter dudó. No le parecía buena idea, porque podían terminar en el sitio donde su padre se había suicidado. Sin embargo, ella lo miró como si hubiera adivinado sus pensamientos y dijo:
—Tranquilo, solo recorreremos una parte del trayecto.
—Está bien.


Lali no dijo nada mientras caminaban hacia el lago, que se encontraba a dos manzanas de allí. Al llegar a la orilla, se dirigieron hacia el sur, hacia donde estaban los puestos de perritos calientes y la tienda de alquiler de barcos. Los ojos de la mujer se iluminaron al ver las embarcaciones.
—¿Te apetece? —preguntó ella, mirándolas.
—¿Quieres que salgamos a navegar? Bueno, por qué no…
—Genial. Entonces, iré a comprar unos helados.
Peter pagó el alquiler mientras Lali se dirigía al puesto de helados y regresaba con dos cucuruchos de chocolate. Estaban empezando a derretirse y tuvo que darle el suyo a toda prisa para no mancharse.
—Me estoy poniendo perdida…
—Si te parece bien, podría lamerte…
—No, creo que me las arreglaré. Para eso están las servilletas.
—Pero mi modo sería más divertido.
—Bueno, ¿vamos a navegar, o no?
Peter hizo un gesto hacia el barco y dijo:
—Adelante.
Lali se hizo cargo del timón, pero al cabo de un rato se aburrió.
—¿Puedes seguir tú? —preguntó.
—Claro.
Entonces, ella cerró los ojos para disfrutar del cálido sol del atardecer.
Peter tomó el timón, pero no prestó demasiada atención a la navegación. Solo tenía ojos para ella. A pesar de su palidez, estaba muy bella.
—Peter…
—¿Sí?
—Si sigues así, no iremos a ninguna parte.
Peter quiso aprovechar la ocasión para sacar el tema de conversación que lo preocupaba.
—¿Y adonde crees que nos dirigimos tú yo?
—¿Tú y yo?
Él sonrió.
—Sí, claro, tú y yo.
—Ah, estás hablando de eso… Yo me refería al barco.
—Lo sé, pero también quiero que sepas que me gustaría abrazarte y besarte hasta volverte loca, que me encantaría llevarte a casa y hacerte el amor apasionadamente.
—¿Lo harías? —preguntó, abriendo los ojos.
—No me digas que te sorprende…
—No, no se puede decir que me sorprenda que me deseen. Pero viniendo de ti…
—Hace años, me intimidabas. O para ser más exactos, era tu padre quien me intimidaba —comentó con ironía—. Pero ahora que ya somos adultos, he decidido que es hora de dejar de ser aquel tipo silencioso y fuerte. Algo me dice que esta es mi última oportunidad. Si te marchas a Washington, no tendría ninguna oportunidad salvo que vaya en tu busca.
—No sé qué decir, Peter…
—Supongo que eso ya es una respuesta —dijo él, intentando ocultar su decepción.
—No quiero que me malinterpretes. Mi vida es un desastre hoy por hoy y me preocupa que podamos cometer un grave error. Si lo hiciéramos, podríamos perder algo muy bello: nuestra amistad.
—¿Pero qué pasaría si no es un error? Entonces perderíamos algo aún más bello e importante —razonó él—. A no ser, claro, que no estés interesada en mí de ese modo…
Peter la miró directamente a los ojos y entonces supo que el deseo que sentía era recíproco.
—Sin embargo, no debería hablarte de estas cosas en este momento —continuó él—. Seguramente no es lo más apropiado.
Ella sonrió.
—Eso depende. Cuando hemos salido de ese despacho, me sentía completamente perdida. Y ahora me encuentro bien.
—Me alegro…
—Yo también.
—Entonces, quiero que sepas que mi oferta sigue en pie. Te aseguro que sería capaz de destinar toda tu vida al simple objetivo de divertirte.
Ella rio a carcajadas y la tensión desapareció.
—Tengo la impresión de que acostarme contigo sería algo más que un simple divertimento, Peter.
—Bueno, eso espero…
—¿Quieres que regresemos y que nos vayamos a cenar?
—Claro, cómo no. Y si juegas bien tus cartas, hasta es posible que te ayude a fregar los platos.
—¿Ayudar? Oh, no, no te equivoques. No me vas a ayudar porque los vas a fregar tú.
—Si eso sirve para mantener esa sonrisa en tu cara, lo haré.
Lali sonrió de nuevo.
—En ese caso, es posible que te dé un beso durante los postres.
—¿En serio? Eso sí que sería un verdadero placer.




Emilia se mantuvo algo al margen y dejó que la conversación la llevaran Peter y Lali. El rubor de su hija no le pasó desapercibido, y por supuesto se dio cuenta de que él aprovechaba cualquier oportunidad para tocarla.
—Creo que terminaríais antes de preparar la cena si colaborarais —dijo Emilia al final.
Peter y Lali la miraron con sorpresa, como si hubieran olvidado que se encontraba en la misma habitación.
—Pero si ya estamos colaborando…
Emilia negó con la cabeza.
—A ese ritmo, no estará preparada nunca.
—Estará en media hora —dijo Lali.
—No, en diez minutos —dijo Peter.
Emilia alzó los ojos al cielo.
—Tal vez sea mejor que me lleve a Leon a un restaurante y que os deje solos. Por cierto, ¿cómo habéis conseguido que viniera Luca?
—No preguntes —dijo Lali.
—Mmm… Algo me dice que ha sido cosa de Peter —dijo Emilia, siempre perceptiva—. ¿Podrías convencerlo para que venga a casa más a menudo?
—Puedo intentarlo.
Lali decidió cambiar de conversación.
—Por cierto, mamá, tienes muy buen aspecto esta noche. ¿Qué te ha pasado?
—Nada, salvo que fui a una de esas reuniones en Saint Luke con Sylvia.
Lali la miró con asombro.
—Oh, eso es maravilloso… Es evidente que te ha sido de ayuda.
—Más de lo que puedas imaginar. Al conocer a otras personas que han pasado por lo mismo, me he dado cuenta de que no estoy sola. ¿Quieres venir conmigo la próxima vez?
—No es necesario. Creo que estaré bien. Pero si no es así, reconsideraré tu oferta.
—Está bien, pero no dejes que la muerte de tu padre arruine tu vida. Me he dado cuenta de que hablar con otras personas es de gran ayuda.
—Lo sé, y en ese sentido le estoy muy agradecida a Peter. No solo está a mi lado y me escucha, sino que además me ayuda en la investigación sobre la muerte de papá.
Emilia pensó que Peter también la estaba ayudando de otra forma, aunque no se podía decir que su hija pareciera inmensamente feliz y enamorada. No podía estar muy bien tras la muerte de su padre, pero se las estaba arreglando e incluso empezaba a pensar que había considerado la posibilidad de quedarse en Winter Cove. Hacía varios días que no decía nada sobre regresar a Washington.
Miró de nuevo a su hija y se dijo que de la muerte de Nicolas podía salir algo bueno si Lali se enamoraba de Peter y se quedaba allí.


Esos dos hablan y hablan,cuando haran algo? Se acerca el capitulo 29-30,no les intriga saber que va a pasar? Jajaja
Perdon,ayer me fui a dormir,acà era muy tarde...
Hoy continuamos a subir mas capitulos,quieren?
+12 FIRMAS Y MAS

19 commenti:

  1. subi mas noe
    ya quiero saber que pasara

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  2. OMG .. Mas Mas Mas Mas!! Quiero acción.. esos dos hablan, hablan.. y nada! jajaja

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  3. Quiero saber que pasara, sube masss porfa

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  4. me muero.. me encanta la nove!

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  5. JAJAJAJA, me gusta que Peter sea directo acerca de lo que quiere!! Que Lali deje de pensar... acción.. vamos!

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  6. Siii, Mas Nove! No Se Porque Lali Se Sigue Resistiendo A Peter, Pero Bueno Ya Llegara El Momento No?Masssssssssssss




    @nathies1024

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  7. Mas ma ya quiero el CAP 29 ahahah dale

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  8. Mas nove mas nove
    Mas nove


    Mas nove

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  9. Que buen capitulo pero quiero mas nove!!!!

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  10. Me encanta, Me encanta, Me encanta, Me encanta, Me encanta, Me encanta,Me encanta.

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  11. Peter te va directo al grono no te va con rodeos jajajjajajaja

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