mercoledì 28 novembre 2012

36 capitulo


Aunque Peter había tenido que presionarla para salir, los paseos vespertinos alrededor del lago terminaron por convertirse en un ritual que Lali esperaba con ansiedad. Se sentía en paz disfrutando de la puesta de sol y de la brisa del atardecer. Estar con Peter la hacía sentirse segura y, al menos por un rato, el peso que llevaba sobre los hombros parecía desvanecerse. En esos momentos le parecía que haber regresado a Winter Cove no estaba tan mal.
Esa noche habían interrumpido el paseo para dirigirse a Main Street. Se detuvieron frente a los escaparates de todos los locales que habían abierto durante los últimos años. Como siempre, Peter inició un extenso monólogo sobre los cambios que había experimentado el pueblo. La visión de las obras de arte, joyas, regalos costosos y ropa de diseñadores famosos, daba crédito a sus argumentos.
—Winter Cove ya no es el pueblito aletargado de cuando te marchaste —solía decir.


—Tal vez, no. Pero tampoco es Washington —replicaba ella.
Lali sabía que Peter pretendía convencerla para que se quedara en la localidad, pero sus poco sutiles argumentaciones no bastaban para que mordiera el anzuelo. Aunque los cambios fueran dignos de admiración, no iba a permitir que la empujaran a tomar una decisión de la que tarde o temprano se arrepentiría.
—¿Quieres decir que preferirías no estar aquí? —preguntó Peter con cierta desilusión—. Esperaba que… Bueno, olvídalo.
Luego, señaló hacia una heladería y preguntó:
—¿Te apetece un cucurucho?
Lali no quería un helado. Tenía ganas de discutir, aunque no podía explicar exactamente por qué. Tal vez era culpa del calor. Tal vez, de la frustración general. Se encogió de hombros, y con el ceño fruncido, murmuró:
—Me da igual. Si quieres un helado, cómpralo.
—Tomaré eso como un «sí» —dijo Peter con tranquilidad, negándose a discutir con ella—. Hay un banco al otro lado de la calle. ¿Quieres venir conmigo o prefieres esperarme allí?
Lali pensó que quizá si se sentaba un rato, conseguiría aplacar su mal humor.
—Me quedaré en el banco.
Antes de marcharse, Peter la miró, le tomó la barbilla y la besó con intensidad.
—Mientras me esperas, piensa en lo que estábamos hablando —sugirió.
Todavía alterada por el beso, Lali cruzó la calle y se sentó en el banco. Había cola en la heladería, así que tenía tiempo suficiente para seguir amargándose con la decisión de Peter de atraparla en Winter Cove. Se preguntó cómo era capaz de hacerle algo así mientras aseguraba que la amaba. Con ello no hacía otra cosa que sumar presión a sus días. Él sabía desde el principio que su corazón estaba en otro sitio, e incluso había asegurado que lo entendía.
Lo vio salir de la tienda con dos cucuruchos y cruzar con cuidado entre los pocos automóviles que circulaban. A pesar de su enojo, la emoción de verlo acercarse le aceleró el corazón. El hecho de estar loca por él la irritaba todavía más; necesitaba hacerle entender que no estaba dispuesta a quedarse en Winter Cove bajo ninguna circunstancia.
Antes de que Peter pudiera darle el cucurucho de chocolate, ella retomó la conversación como si no la hubieran interrumpido.
—Desde el primer momento te he dicho que tenía la intención de volver a Washington.
—Has dicho volver a Washington, y no volver a casa —replicó Peter—. Winter Cove sigue siendo tu casa, lo admitas o no.
—Me gusta Washington. Esa es ahora mi casa —dijo ella, con énfasis.
—Entonces, vete —sentenció Peter, como si fuera tan sencillo.
Lali lo miró con mala cara.
—Sabes que no lo puedo hacer. Al menos, no de momento.
—Pero lo harás en cuanto tengas la oportunidad, ¿no es cierto?
Ella asintió.
—¿No se te ha ocurrido pensar que quizá sería más fácil para todos que te marcharas ahora mismo?
—¿Cómo puedes decir eso? Mi familia me necesita.
—Efectivamente. Si te marchas, tu madre se verá obligada a afrontar sola el problema de Luca con las drogas.
A Lali la enfureció que Peter hablara así, aunque sabía que tenía razón. Pero no quería mentirse a sí misma. Escuchar la verdad de su boca, y de una manera tan categórica, le había hecho comprender hasta qué punto era desesperada la situación de su hermano. Aun así, intentó defenderlo.
—Luca no es un adicto. Se pondrá bien.
—¿Tú crees? Si de verdad crees eso, si estás tratando de justificarlo, tú también eres parte del problema.
Lali se estremeció ante la acusación de Peter, porque hacía que se sintiera desamparada. Era una sensación recurrente desde su vuelta a Winter Cove. Ya se había visto obligada una vez a tomar la dura decisión de abandonar su localidad natal y convertir Washington en su nuevo hogar. Sabía que debía volver a hacerlo, pero no se sentía con fuerzas. Odiaba sentirse tan débil y vulnerable.
—No sé qué es lo que esperas que haga —dijo, indignada.
—Que seas sincera, contigo y con Luca —respondió Peter—. Necesita ayuda, Lali. Más de la que tú y tu madre podéis darle. Lo último que quiero hacer es verme obligado a arrestar a tu hermano por tráfico de drogas. Pero si lo encuentro en esa situación, lo haré.
Lali sabía que Peter no tenía alternativa, pero eso no aliviaba el dolor. Además, estaba realmente preocupada por Luca; sabía que no era capaz de ver las dimensiones del problema en el que se había metido.
Peter la miró con compasión.
—Sé que no quieres oír esto, Lali, pero arrestarlo podría ser lo mejor. En cierta forma, lo obligaría a enfrentarse a lo que se está haciendo antes de que se hunda todavía más.
Lali se enfureció ante el pragmatismo y la insensibilidad del argumento. Sintió que semanas enteras de frustración le caían encima.
—Eres un idiota moralista. Piensas que todo es muy sencillo, que a pesar de la muerte de nuestro padre debemos limitarnos a seguir con nuestras vidas, sin perder el tiempo en duelos, sin preocuparnos por descubrir lo que pasó y por qué pasó. Y por supuesto, que debemos hacerlo sin perder los modales en ningún momento —declaró, indignada.
Mientras hablaba, sabía que estaba atacando a la persona equivocada, pero no podía detenerse. En los últimos tiempos le habían pasado tantas cosas a su familia que no resultaba extraño que estallara.
—Yo nunca he dicho eso —respondió Peter, dolido por la acusación de Lali—. La muerte de tu padre también ha sido una tremenda pérdida para mí.
—Pero te has asegurado de que nunca se sepa qué pasó.
Era plenamente consciente de que estaba siendo injusta. Sabía perfectamente que a Peter le dolía lo sucedido, pero no se sentía capaz de contener sus palabras.
—¿Acaso has hecho algo para ayudarme a descubrir por qué se suicidó? Han pasado semanas desde que te pedí que investigaras. Has respondido bien cuando te he presionado, pero tus acciones han sido muy desganadas. Hace días que Gabe y Harley encontraron la agenda de Maria. Pues bien, ¿has hecho algún nuevo intento por dar con ella desde el día en que fuimos a su despacho?
—Es que no ha regresado —dijo Peter, con frialdad—. Cori prometió que llamaría en cuanto apareciera.
—¿Y entonces? ¿Sinceramente crees que sería más leal contigo que con su jefa? Deberías publicar que la estás buscando en los periódicos del pueblo.
—Maria no es una fugitiva. Ni siquiera es sospechosa —aclaró.
Lali sintió que había algo extraño en la actitud de Peter.
—¿De verdad ese es todo el problema? ¿No será más bien que no quieres que lleguemos al fondo del asunto?
—Puede ser —admitió él.
—Porque supones que cuando conozca el motivo de la muerte de mi padre me marcharé, ¿no es cierto? —afirmó Lali.
—Sí, confieso que es cierto, esa es una de las razones —reconoció.
La afirmación de Peter la puso nerviosa; no esperaba que fuese tan franco. Pero la inquietaba la insinuación de que existían otros motivos en su actitud.
—¿Y qué otras razones tienes? —preguntó Lali, tratando de conservar la calma.
—Estamos hablando de un asunto muy delicado, y me sigue preocupando que, en vez de ayudar, causemos más dolor —comentó Peter—. ¿Crees que no soy consciente de que a tu familia le vendría muy bien el dinero del seguro? Podrías cobrarlo ahora mismo, si quisieras.
—Me importa un bledo el dinero del seguro. Te he dicho que necesito saber, no importa qué, pero necesito saber. Tendrás que darme una razón mejor que esa.
Lali creyó notar inquietud y remordimiento en la mirada de Peter, de modo que se decidió a verbalizar lo que ya había imaginado:
—Existe otra razón. Confiésalo.
Él arrojó el resto de su helado a un cubo de basura y se metió las manos en los bolsillos. Era obvio que estaba evitando mirarla, y Lali comenzó a tener una sensación horrible en la boca del estómago.
—Vamos, Peter. ¿Realmente es a mí a quien estás protegiendo o se trata de alguien más? Tienes algo con Maria, ¿verdad? ¿Es eso? ¿La estás protegiendo?
—No la estoy protegiendo —insistió Peter, aunque no sonó muy convincente—. Ni siquiera sé si necesita que la protejan.
—Pero tuviste una relación con ella.
Lali pronunció esas palabras con firmeza, aunque en el fondo esperaba que él lo negara.
Pero Peter la miró sin inmutarse y dijo:
—Sí, hace algún tiempo tuve una relación con ella, pero no fue gran cosa.
—No te creo. ¿Por qué no me lo habías contado antes?
—Porque no pensé que importara —justificó él—. Fue hace algo más de un año y no duró mucho. Yo seguía pensando en ti, así que la relación se terminó antes de que pudiera llegar a ninguna parte.
—Pero te sientes lo suficientemente culpable por haber arruinado las cosas como para querer mantener a Maria fuera del lío con mi padre. ¿No es verdad?
Peter pareció impresionado por el razonamiento de Lali.
—Tal vez haya algo de eso —concedió—. No me había dado cuenta de que podía estar retrasando las cosas por esa vieja relación, pero quizá estés en lo cierto. Me he sentido culpable desde que rompí con Maria. Y entonces, cuando surgió la posibilidad de que hubiera mantenido una relación con tu padre justo después de lo nuestro, imagino que me sentí responsable.
—¿Ella sabía que la dejaste porque seguías sintiendo algo por mí?
Peter negó con la cabeza.
—Solo le dije que me importaba alguien más, alguien a quien nunca había olvidado. Nunca dije que fueras tú —puntualizó—. Pero no puedo negar que se dio cuenta.
—Probablemente porque mucha gente del pueblo sabía de la relación que tuvimos hace años —dijo Lali—. No era ningún secreto. Es decir, Maria podía tener un buen motivo para querer vengarse de mí y de mi familia.
—¿Cómo? ¿Intentando seducir a tu padre? No seas absurda, Lali. Comprendo que estés furiosa conmigo, pero no te desquites con Maria haciendo acusaciones ridículas. Es una buena persona. Jamás lastimaría a tu familia deliberadamente. Además, y puestos a ser sinceros, dudo que estuviese tan destrozada cuando la dejé. De hecho, seguimos siendo amigos.
—¿Piensas que habría permitido que notaras cuánto la habías herido? —se burló Lali—. Por si no lo sabías, la gente tiene orgullo.
—Desde luego que sí, pero te equivocas con Maria. Ella no es así. Si la conocieras…
Lali lo interrumpió.
—Deja de defenderla. Tiene algo que ver con el suicidio de mi padre y tú lo sabes. De lo contrario, no tardarías tanto en encontrarla.
Lali miró a Peter como si se tratase de un desconocido y añadió:
—Pensaba que estabas de mi parte. De verdad, creía que lo estabas.
—Estoy de tu parte. Siempre lo he estado.
Ella negó con la cabeza.
—¡Ya basta! —dijo, perdiendo definitivamente la calma—. ¡No quiero volver a verte nunca más!
Acto seguido, Lali se levantó y se alejó sin mirar atrás.


Chicas perdon por no subir,es siempre la misma historia,ya ni la digo! GRACIAS por bancarme! Y firman si quieren saber que pasa con lali y peter...
Hablaran con Maria? Lali "perdonarà" Peter?
+10 FIRMAS Y OTRO

9 commenti:

  1. Dios que vueltera es lali, pobre peter

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  2. Mas Nove!! Jummm yo tambein empiezo a sopechar de peter...massssssssssssssss



    @nathies1024

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  3. Y ahora!! Lo que peter no queri paso !! más me encanta!

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  4. Algo me dice que Mar[ia si tiene que ver y Peter la culpa puede mas con el
    @Masi_ruth

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  5. Hola que bueno que regresaste y no te preocupes por el tiempo que no pudiste subir, al contrario gracias porque apesar de todas las actividades pudiste regresar!!
    Aquí estamos al pie del cañón y te entendemos :)
    Ya quiero saber si Lali perdona a Peter!!!
    Saludillos y besillos
    @Titel842

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  6. Risposte
    1. aia me encanto! sperp maas! nueva lectoraaa!

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  7. Más nove porfavor!! me encanta!!Y TE BANCO EN TODAS!!! no te preocupes por no poder subir!!!

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